La comunicación interna en una empresa es necesaria para que funcione correctamente. Si, además, las relaciones dentro de la organización son sólidas, es muy probable que la empresa tenga éxito.
¿Cuál es el camino para conseguirlo? Una de las claves es una cultura empresarial fuerte, que permita que la comunicación fluya entre personas que se sienten parte esencial de un mismo equipo. En este sentido, una buena comunicación vertical es fundamental.
¿Qué es la comunicación vertical?
Por comunicación vertical nos referimos a las interacciones entre distintos grados de jerarquía en la organización, tanto en un sentido como en otro.
Por ejemplo, una reunión de la gerencia con las personas responsables de los diferentes departamentos de la empresa sería un caso de comunicación vertical.
Por la naturaleza de este tipo de actos comunicativos, es imprescindible diseñar sistemas que garanticen su efectividad.
¿En qué se diferencia la comunicación vertical de la horizontal?
La comunicación horizontal, en cambio, es la que implica a personas trabajadoras o departamentos que están al mismo nivel, como serían las interacciones entre compañeros o las reuniones entre responsables de zona.
La comunicación vertical se da en el momento en el que se ponen en contacto miembros de distintos grados jerárquicos dentro de la organización.
¿Qué tipos de comunicación vertical existen?
Dentro de la comunicación vertical de la empresa, se puede diferenciar dos tipos. Dependiendo de la dirección en la que se produce el acto comunicativo, puede ser ascendente o descendente.
Comunicación vertical descendente
Este tipo de comunicación es al que se le ha dado más peso tradicionalmente dentro de las empresas: el que va de arriba hacia abajo en la escala jerárquica o, lo que es lo mismo, fluye desde los estratos superiores hacia los inferiores.
No importa lo elevado que sea el puesto dentro de la escala jerárquica o la diferencia de grado entre las personas o departamentos involucrados, en cualquier caso en este tipo de comunicación se da una relación de poder de una parte sobre otra.
Algunos ejemplos de comunicación vertical descendente serían tanto una reunión de un mando intermedio con su equipo como una circular enviada desde dirección al personal en prácticas.
Por norma general, este tipo de actos comunicativos suelen emplearse para establecer las líneas a seguir dentro de la empresa, solicitar información para realizar evaluaciones o dar instrucciones sobre los trabajos a llevar a cabo.
Comunicación vertical ascendente
La comunicación ascendente, por lo tanto, es la que se da en la dirección contraria, desde la base de la pirámide jerárquica hacia arriba.
Podemos ver ejemplos de este tipo de comunicación interna en los informes periódicos que miembros de un equipo remiten a sus responsables, cartas en el buzón de sugerencias de la organización o encuestas impulsadas por el departamento de recursos humanos, por ejemplo.
Es imprescindible que la comunicación vertical fluya adecuadamente en sentido ascendente y no únicamente de arriba hacia bajo, de manera que la dirección de la empresa pueda conocer las necesidades del equipo a todos los niveles y aprovechar las oportunidades para mejorar que pueden surgir dentro de cada departamento.
Beneficios en la comunicación interna
La comunicación vertical es esencial para el buen funcionamiento de la comunicación interna y, en resumidas cuentas, para que todo el equipo de la organización trabaje de forma coordinada y productiva.
En sentido descendente, resulta evidente que es imprescindible definir estrategias comunicativas efectivas que permitan transmitir directrices claras y realistas. Por tanto, el mensaje debe ser sencillo y fácil de transmitir y, además, debe facilitar que se resuelva cualquier duda al respecto. Esto implica que, aunque se esté dando instrucciones desde un nivel superior a uno inferior, se debe abrir la puerta al diálogo y la comunicación bidireccional fluida.
En sentido ascendente, una buena organización de las personas trabajadoras de la empresa o la puesta en marcha de iniciativas que permitan recoger sus inquietudes es esencial. Esto implica tanto a la dirección como al departamento de recursos humanos y los mandos intermedios, que deben crear herramientas que fomenten la participación y permitan que las ideas fluyan también de abajo hacia arriba.
Con una comunicación interna fuerte, toda la plantilla sabe hacia dónde se dirige la empresa y se consigue una cultura empresarial sólida, en la que cada persona que forma parte del equipo se siente valorada e importante. Esto puede facilitar la retención del talento, mejorar la reputación de la empresa e incentivar la innovación.
¿Cómo crear una comunicación vertical para la empresa?
Desarrollar un plan de comunicación interna, que incluya unos objetivos bien definidos y promueva actuaciones para reforzar los canales de comunicación vigentes o habilitar nuevas vías, así como herramientas para su evaluación periódica, permitirá aprovechar todo el potencial de la comunicación vertical para transformar la empresa y conducirla hacia el éxito.